lunes, 10 de octubre de 2011

VERACRUZ Y SU CULTURA

El estado de Veracruz mantiene una relacion muy distante con sus pueblos indios (INDIGENAS) ya que no les brinda el apoyo que necesitan para formarce como sociedad, estos pueblos no cuentan con los servicios basicos (agua, luz ni escuelas) por lo tanto estan distanciados de la sociedad y cuentan con un alto indice de pobresa, incluso se sabe que estas personas por necesidad principalmente venden a sus hijas o las cambian por ganado (vacas, ovejas, cerdos) es una pena que muchos habitantes de este estado no sean tratados conforme a sus derechos como humanos.
Tratando otro tema diferente pero muy relacionado quiero hacer mencion de la belleza que tiene este hermoso estado en sus paisajes naturales, empezando desde la Huasteca esta region del estado de Veracruz que fue la ruta que los antiguos habitantes mayas utilizaron para el comencio. La huasteca veracruzana limita al norte con el estado de Tamaulipas, al sur con la región del totonacapan, al este con el golfo de México, al oeste con la región de la sierra de huayacocotla y los estados de san Luis Potosí, hidalgo y puebla.
El paisaje de la Huasteca es llano, con algunas colinas y montañas de baja altura.
Solo en la parte central se encuentra la sierra de Tantima, donde hay boques de pinos amenazados por la deforestación. Su clima es calido húmedo.
La vegetación de la sierra esta compuesta por grandes superficies de pastos y arboles, como cedro, chijol, chaca, palo de rosa y ojite.
Tambien existe una amplia variedad de animales (aves, felinos y reptiles).
En Veracruz la CULTURA es muy amplia ya que es el estado que recibio por vez primera a los colonizadores Españoles de aqui que existe tanto meztizaje en este estado, Veracruz es mundialmente reconocido por sus bailes tipicos, sus trajes regionales, su comida e incluso por sus festejos y tradiciones, por eso se dice que la cultura de Veracruz es muy popular, muy extensa y muy linda.
Vive y descubre Veracruz.

DIVERSIDAD CULTURAL EN VERACRUZ

En veracruz existe una amplia divercidad en cultura, es un estado que se reconose precisamente por sus bailes tipicos, sus comidas, sus celebraciones y su gran variedad de lenguas, ademas es un estado con mucha diversidad cultural ya que en el fue donde se establecen por primera vez los colonizadores provinientes de España pricipalmente y traen consigo hombres y mujeres provinentes de africa y España por supuesto es por eso que se deriva un amplio mestizaje que da como resultado la sociedad en la que hoy habitamos. 

martes, 4 de octubre de 2011

CUALES CONSIDERAS QUE SON LOS PRINCIPALES RETOS DE LA DIVERSIDAD CULTURAL EN AMERICA LATINA?

CONSERVAR LAS PROPIAS COSTUMBRE Y TRADICIONES QUE TENIAN LOS PUEBLOS INDIGENAS ANTES DE LA LLEGADA DE LOS ESPANOLES.
ENTRE OTRAS COSAS NO PERDERNOS EN EL CONSUMISMO EXESIVO QUE LA ACTUAL SOCIEDAD NOS INTRODUCE EN ANUNCIOS PUBLICITARIOS Y MANTENER UNA POSTURA ORIGINAL ANTE EL RESTO DEL MUNDO.

COMO A INFLUIDO LA DIVERSIDAD CULTURAL, LA EDUCACION Y LOS PROBLEMAS SOCIALES EN AMERICA LATINA?

DE MUCHAS MANERAS, YA QUE ESTOS FENOMENOS SOCIALES TIENEN UN IMPACTO MUY IMPORTANTE EN LA SOCIEDAD Y SIEMPRE VAN A INFLUIR EN LA VIDA DE TODOS.
ES IMPORTANTE MENCIONAR QUE EL PROPIO SER HUMANO ES Y SEGUIRA SIENDO RESPONSABLE DE TODOS LOS SUCESOS QUE PASEN EN SOCIEDAD YA QUE SOMOS PARTE DE ELLA.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Ejemplo de globalización

La globalización es un medio de comercio entre todos los países y sirve para que el mundo este mas unido en el aspecto económico y cultural.
Por ejemplo: los productos que fabrica un Zapatero de Naolinco Ver. Pueden ser comercializados en todo el país incluso en todo el mundo gracias a la globalización.

Ejemplo de identidad cultural.

La identidad cultural es lo que distingue a todo pueblo, nación o país del resto, es su forma de vida sus costumbres y tradiciones, por ejemplo: las costumbres q tiene China su forma de vestir, su forma de comer, el tipo de letra, solo por mencionar algunas cosas, son totalmente diferentes a las del resto del mundo.

Ejemplo de diversidad cultural veracruzana

Para mi diversidad cultural se refiere a todas las culturas que existen actualmente en todo el mundo pero la divercidad cultural veracruzana es muy amplia por que desde la conquista de los españoles en el país se vio afectado y comenzó lo que hoy conocemos como mestizaje y las costumbres que en aquel tiempo existían se mezclaron con las costumbres impuestas por aquel país, por ejemplo: Se trajeron muchos productos comestibles que no existían este país en aquel tiempo, y por otro lado la forma de vida se tranformo caso en su totalidad, hoy en dia en Veracruz existen me atrevo a comentar tres culturas diferentes la de los africanos los españoles y la de los nativos de aquella época que eran los olmecas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Los retos del nacionalismo en el mundo de la globalizacion

La integración de las economías nacionales en bloques macrorregionales o subcontinentales sustenta la globalización. Dicho fenómeno fue denominado como tal a finales de los años ochenta, pero inició antes de ser merecedor del calificativo. Surgió en la Europa de la posguerra. Se hizo luego patente en otros contextos geográficos: en la Cuenca del Pacífico, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) fue creada en 1968 con la participación de Filipinas, Indonesia, Brunei, Malasia, Singapur y Tailandia. El Consejo de Cooperación Económica del Pacífico (Pacific Economic Cooperation Council- PECC por sus siglas en inglés) agrupaba en 1980 a cinco países desarrollados (Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda): se les unieron en una primera fase de expansión los fundadores de la ASEAN y, en las siguientes, Corea, China, Taiwan, Hong Kong, Brunei, México y Chile. Por su parte, el programa de Cooperación Económica en Asia Pacífico (Asia Pacific Economic Cooperation - APEC) fue fundado en 1989 por los 18 países anteriores. En América Latina, procesos similares iniciaron en los años sesenta con la creación de asociaciones macro o sub regionales en América Central, en la región Andina y en el Caribe. Los acuerdos de Cartagena y el Pacto Andino fueron firmados por Bolivia, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador mientras entre los socios del Mercado Común del Cono Sur (MERCOSUR), se contaban Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile. En América del Norte, Canadá y Estados Unidos suscribieron al terminarse la década de los ochenta un Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) del cual México se volvió parte a finales de 1992.
Originalmente, el concepto de globalización aludió a la interdependencia acrecentada de las economías nacionales y, por ende, al surgimiento de nuevas formas de asociación entre regiones. Representó, según las interpretaciones, una forma de organización radicalmente diferente a la internacio-nalización y a la mundialización  o bien su extensión. Sea la perspectiva elegida la de la continuidad o la de la ruptura, se reconoce por consenso que la integración produjo una intensificación de los intercambios; auspició la constitución de sistemas económicos que funcionaban en escalas supra y multi nacional. Esto acarreó profundos reacomodos en los patrones tradicionales de distribución de los poderes. Los principales afectaron a los estados-nación, mismos que perdieron el control de sus economías, sobre todo en lo referente al control de los flujos de los capitales transnacionales, a las respuestas ante colap-sos financieros, a las repercusiones mundiales de éstos (efectos "tequila", "samba" y "dragón") y a la capacidad de decidir la suerte de sus poblaciones e incluso sus prioridades de defensa.
Actualmente, la globalización no es sólo el resultado de una reestructuración de los intercambios comerciales y económicos y de un elevado grado de interpenetración de los mercados. Es también producto de otros fenómenos. Su impacto fue concomitante a la vez que acrecentado por el uso intensivo de las telecomunicaciones: al permitir la transmisión instantánea de la información, éstas borraron las distancias geográficas y temporales; en ese marco, el papel del conocimiento cambió, al punto de volverse una de las principales fuentes de poder. En consecuencia, se considera que la brecha más importante entre los países más avanzados y los menos avanzados consiste en la capacidad de producir o apropiarse conocimientos estratégicos. Esas tendencias, como las anteriores, no son de reciente aparición, dado que Mc Luhan auguró el advenimiento de la "aldea global" hace casi cinco décadas. Pero su acentuación y conjunción en un nuevo orden económico mundial explica por qué, recientemente, han provocado cambios significativos en la estructura de los mercados, en las elecciones de localización industrial y en las formas de organización del trabajo: se han minado las ventajas productivas de los países que ofrecían una mano de obra con reducido costo; se ha confortado la tendencia de lo que se ha llamado la "intelectualización de la producción".5 Han sustituido como determinantes de la competitividad, los bajos sueldos al uso intensivo de las tecnologías y de los recursos humanos calificados, con alto grado de adaptabilidad. En fin, han coadyuvado a la recomposición de las zonas de producción bajo nuevos criterios de integración y, en consecuencia, han causado la imbricación creciente de los territorios bajo esquemas que no corresponden ya a las pautas históricas de intercambio entre naciones.
Además de transformar las relaciones de poder económico y vincular de otra manera a los actores sociales y productivos, tradicionales y emergentes, las nuevas interconexiones económicas y el entrelazamiento de los sectores de comunicación se han traducido en una mayor uniformidad en los referentes: sea en el marco de una homogeneización impuesta, también llamada por antropólogos, como Ribeiro, de "modernización refleja", o en el de una creadora, han alentado el predominio de formas de desarrollo no concertadas o bien la reelaboración de los referentes propios. Los proyectos de integración económica con fines de competitividad comercial tuvieron así repercusiones ideológicas y sociales des y reestructurantes en cada uno de los bloques en los que se concretaron. A su vez, dichas consecuencias se ubicaron en el corazón de los debates actuales sobre las estrategias de crecimiento económico, sobre los modelos de desarrollo, sobre las políticas pero también sobre la ética y la moral pública.

¿identidad y mestizaje? La nacion en juego

El proceso de mestizaje en los siglos XIX y XX
La mejor manera de aproximarnos al proceso de surgimiento de los mestizos modernos es  examinar las cifras de los censos sobre el tamaño de los diferentes grupos étnicos en México a lo largo del siglo XIX y XX. Aunque estas cifras no son exactas, sino resultado de estimaciones, nos permiten identificar y definir de manera general los cambios en la conformación étnica del país
Cuadro 1 cifras demográficas étnicas

Como se ve en el cuadro 1, en el año de 1808 aproximadamente el 60% de la población de lo que sería México pertenecía a la categoría étnica de indígena, el 18% eran europeos o de origen europeo (de los cuales la inmensa mayoría eran criollos nacidos en México), y el 23% restante eran mestizos, que incluían a otras castas, como mulatos e incluso negros. Esto significa que poco antes de la independencia los indígenas eran el componente claramente mayoritario de la población.
Para finales del siglo, en el año de 1885, en contraste, el porcentaje de indígenas en la población mexicana había disminuido en un poco más de la mitad, a 38%, mientras que el de mestizos casi se había duplicado hasta alcanzar el 43%. Mientras tanto, la proporción de gente de origen europeo había permanecido casi sin modificación. En menos de 80 años, los indígenas habían dejado de ser la mayoría de la población y ya no eran ni siquiera el grupo más numeroso, pues los mestizos los superaban en tamaño.
Para 1921, el predominio de los mestizos había aumentado aún más, pues según las cifras del censo realizado ese año, 59% de la población pertenecía a esa categoría étnica, mientras que sólo 29% era indígena y 10% era blanca, o de origen europeo.
En suma, en poco más de 100 años, los mestizos desplazaron a los indígenas de la posición de categoría étnica más numerosa y se transformaron en la mayoría de la población nacional, mientras que éstos se convirtieron en una  minoría.
Este proceso de cambio continuó a todo lo largo del siglo XX, pues en el censo del año 1930 se registraron 14% de indígenas (definidos ahora como hablantes de lenguas indígenas mayores de 5 años), y en 2000 se estableció que eran apenas el 9% de la población era indígena.
Para comprender mejor el cambio que experimentó la población mexicana entre 1808 y 1885 y luego entre 1885 y 1921 resultan interesantes los ejercicios estadísticos presentados en el Cuadro 2.
Cuadro 2: la dinámica demográfica de los grupos étnicos

En la primera línea vemos el crecimiento demográfico de los grupos étnicos a lo largo de los 77 años del primer periodo. Lo primero que llama la atención que mientras la población total del país aumentó en un 70%, la población indígena apenas subió un 8%, en tanto que la población mestiza se incrementó en un impresionante 224% y la blanca en un 81%. La diferencia entre estas tasas de crecimiento es tan grande que no puede explicarse únicamente por factores demográficos, por lo que debe haber otros elementos en juego.
Esto se hace más claro con el ejercicio de demografía hipotética de la segunda línea. Supongamos que a lo largo del siglo XIX todos los grupos étnicos hubieran crecido a la misma tasa, es decir a la tasa de crecimiento de la población total (70%). Esto significaría que para 1885 en México habrían vivido más de 6 millones de indígenas (que seguirían siendo el 60% de la población), 2 y medio millones de mestizos, y casi dos millones de blancos. Si comparamos estas cifras de crecimiento "normal" con las cifras de crecimiento realmente observadas, encontramos un resultado muy sugerente: en 1885 había en México 2 millones de indígenas menos de los que hubieran habido si la tasa de crecimiento de este grupo de la población hubiera sido la normal y también, significativamente, vivían  2 millones de mestizos más de los que hubieran vivido en ese caso.
¿Qué quiere decir esto? Podría aventurarse que los 2 millones de indígenas "faltantes" fueron muertos en rebeliones y guerras, pero las guerras étnicas en el México del siglo XIX no fueron tan cruentas como para provocar un genocidio tan importante. Además, esto no explicaría la existencia de los 2 millones de mestizos "sobrantes". Por ello, la única explicación posible es que en ese periodo de 77 años, dos millones de mexicanos, es decir el 20% de la población, dejaron de considerarse, o ser considerados, indígenas y se convirtieron en mestizos.
Si realizamos el mismo ejercicio de demografía hipotética para el periodo entre 1885 y 1921 tenemos 1 millón de indígenas menos y 2 millones de mestizos más. El mayor número de mestizos se explica porque en estos cincuenta años desapareció también un millón de habitantes "blancos" o europeos de nuestro país. Esto no se debe, desde luego ni a que hayan sido exterminados ni que hayan emigrado en masa, sino a un cambio en la forma de clasificar a los grupos étnicos en México. En efecto, como veremos adelante, el triunfo de la ideología del mestizaje a principios del siglo XX hizo que los grupos anteriormente considerados blancos se asimilaran a este grupo.
Tenemos pues, que entre 1808 y 1921 hubo un cambio masivo de definición étnica entre indios y mestizos, y también entre blancos y mestizos. Me parece que un cambio tan grande no puede explicarse como resultado de la mezcla racial, pues se antoja poco probable que casi todas las mujeres y hombres indígenas se hayan casado con hombres y mujeres mestizos y blancos y hayan tenido hijos mestizos. La explicación más probable es que estos tres millones de individuos cambiaron de cultura y de categoría étnica, pues dejaron de considerarse, o ser considerados, indios y pasaron a considerarse y ser considerados mestizos.

sábado, 20 de agosto de 2011

Movimientos sociales y luchas politicas en la sociedad mexicana contemporanea

Edad Contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo histórico comprendido entre la Revolución francesa y la actualidad. Comprende un total de 222 años, entre 1789 y el presente. La humanidad experimentó una transición demográfica, concluida para las sociedades más avanzadas (el llamado primer mundo) y aún en curso para la mayor parte (los países subdesarrollados y los países recientemente industrializados), que ha llevado su crecimiento más allá de los límites que le imponía históricamente la naturaleza, consiguiendo la generalización del consumo de todo tipo de productos, servicios y recursos naturales que han elevado para una gran parte de los seres humanos su nivel de vida de una forma antes insospechada, pero que han agudizado las desigualdades sociales y espaciales y dejan planteadas para el futuro próximo graves incertidumbres medioambientales.
Los acontecimientos de esta época se han visto marcados por transformaciones aceleradas en la economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución industrial, al tiempo que se destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases presidida por una burguesía que contempló el declive de sus antagonistas tradicionales (los privilegiados) y el nacimiento y desarrollo de uno nuevo (el movimiento obrero), en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al capitalismo. Más espectaculares fueron incluso las transformaciones políticas e ideológicas (Revolución liberal, nacionalismo, totalitarismos); así como las mutaciones del mapa político mundial y las mayores guerras conocidas por la humanidad.
La ciencia y la cultura entran en un periodo de extraordinario desarrollo y fecundidad; mientras que el arte contemporáneo y la literatura contemporánea (liberados por el romanticismo de las sujeciones académicas y abiertos a un público y un mercado cada vez más amplios) se han visto sometidos al impacto de los nuevos medios de comunicación de masas (tanto los escritos como los audiovisuales), lo que les provocó una verdadera crisis de identidad que comenzó con el impresionismo y las vanguardias y aún no se ha superado.
En cada uno de los planos principales del devenir histórico (económico, social y político), puede cuestionarse si la Edad Contemporánea es una superación de las fuerzas rectoras de la modernidad o más bien significa el periodo en que triunfan y alcanzan todo su potencial de desarrollo las fuerzas económicas y sociales que durante la Edad Moderna se iban gestando lentamente: el capitalismo y la burguesía; y las entidades políticas que lo hacían de forma paralela: la nación y el Estado.
En el siglo XIX, estos elementos confluyeron para conformar la formación social histórica del estado liberal europeo clásico, surgido tras crisis del Antiguo Régimen. El Antiguo Régimen había sido socavado ideológicamente por el ataque intelectual de la Ilustración (L'Encyclopédie, 1751) a todo lo que no se justifique a las luces de la razón por mucho que se sustente en la tradición, como los privilegios contrarios a la igualdad (la de condiciones jurídicas, no la económico-social) o la economía moral contraria a la libertad (la de mercado, la propugnada por Adam Smith -La riqueza de las naciones, 1776). Pero, a pesar de lo espectacular de las revoluciones y de lo inspirador de sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad (con la muy significativa adición del término propiedad), un observador perspicaz como Lampedusa pudo entenderlas como la necesidad de que algo cambie para que todo siga igual: el Nuevo Régimen fue regido por una clase dirigente (no homogénea, sino de composición muy variada) que, junto con la vieja aristocracia incluyó por primera vez a la pujante burguesía responsable de la acumulación de capital. Ésta, tras su acceso al poder, pasó de revolucionaria a conservadora, consciente de la precariedad de su situación en la cúspide de una pirámide cuya base era la gran masa de proletarios, compartimentada por las fronteras de unos estados nacionales de dimensiones compatibles con mercados nacionales que a su vez controlaban un espacio exterior disponible para su expansión colonial.
En el siglo XX este equilibrio inestable se fue descomponiendo, en ocasiones mediante violentos cataclismos (comenzando por los terribles años de la Primera Guerra Mundial, 1914-1918), y en otros planos mediante cambios paulatinos (por ejemplo, la promoción económica, social y política de la mujer). Por una parte, en los países más desarrollados, el surgimiento de una poderosa clase media, en buena parte gracias al desarrollo del estado del bienestar o estado social (se entienda éste como concesión pactista al desafío de las expresiones más radicales del movimiento obrero, o como convicción propia del reformismo social) tendió a llenar el abismo predicho por Marx y que debería llevar al inevitable enfrentamiento entre la burguesía y el proletariado. Por la otra, el capitalismo fue duramente combatido, aunque con éxito bastante limitado, por sus enemigos de clase, enfrentados entre sí: el anarquismo y el marxismo (dividido a su vez entre el comunismo y la socialdemocracia). En el campo de la ciencia económica, los presupuestos del liberalismo clásico fueron superados (economía neoclásica, keynesianismo -incentivos al consumo e inversiones públicas para frente a la incapacidad del mercado libre para responder a la crisis de 1929- o teoría de juegos -estrategias de cooperación frente al individualismo de la mano invisible-). La democracia liberal fue sometida durante el período de entreguerras al doble desafío de los totalitarismos soviético y fascista (sobre todo por el expansionismo de la Alemania nazi, que llevó a la Segunda Guerra Mundial).
En cuanto a los estados nacionales, tras la primavera de los pueblos (denominación que se dio a la revolución de 1848) y el periodo presidido por la unificación alemana e italiana (1848-1871), pasaron a ser el actor predominante en las relaciones internacionales, en un proceso que se generalizó con la caída de los grandes imperios multinacionales (español desde 1808 hasta 1898; ruso, austrohúngaro y turco en 1918, tras su hundimiento en la Primera Guerra Mundial) y la de los imperios coloniales (británico, francés, holandés, belga tras la Segunda). Si bien numerosas naciones accedieron a la independencia durante los siglos XIX y XX, no siempre resultaron viables, y muchos se sumieron en terribles conflictos civiles, religiosos o tribales, a veces provocados por la arbitraria fijación de las fronteras, que reprodujeron las de los anteriores imperios coloniales. En cualquier caso, los estados nacionales, después de la Segunda Guerra Mundial, devinieron en actores cada vez menos relevantes en el mapa político, sustituidos por la política de bloques encabezados por los Estados Unidos y la Unión Soviética. La integración supranacional de Europa (Unión Europea) no se ha reproducido con éxito en otras zonas del mundo, mientras que las organizaciones internacionales, especialmente la ONU, dependen para su funcionamiento de la poco constante voluntad de sus componentes.
La desaparición del bloque comunista ha dado paso al mundo actual del siglo XXI, en que las fuerzas rectoras tradicionales presencian el doble desafío que suponen tanto la tendencia a la globalización como el surgimiento o resurgimiento de todo tipo de identidades, personales o individuales, colectivas o grupales,muchas veces competitivas entre sí (religiosas, sexuales, de edad, nacionales, estéticas,culturales, deportivas, o generadas por una actitud -pacifismo, ecologismo, altermundialismo- o por cualquier tipo de condición, incluso las problemáticas -minusvalías, disfunciones, pautas de consumo-). Particularmente, el consumo define de una forma tan importante la imagen que de sí mismos se hacen individuos y grupos que el término sociedad de consumo ha pasado a ser sinónimo de sociedad contemporánea.

La crisis del sistema politico mexicano y la transicion democrarica (1968-2000)

1970. Con el movimiento previo del conflicto estudiantil de 1968, se interpreta que Luis Echeverría Álvarez (1970–1976) no fue ajeno y uso el conflicto como una forma de posicionarse y presionar a favor de su candidatura, originalmente el no era el favorito de Gustavo Díaz Ordáz.
1976.Las pugnas sucesorias se expresan en los apoyos de la “familia revolucionaria” hacia Mario Moya Palencia, y sin embargo Luis Echeverría, apoyado por Fidel Velázquez Sánchez, se decide por José López Portillo (1976–1982). Además hay una devaluación del peso.
Durante el gobierno de José López Portillo el Sistema adopta una medida liberalizadora, la reforma electoral de 1977. Tal reforma permitió la legalización del Partido Comunista Mexicano (PCM), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y el Partido Demócrata Mexicano (PDM). La flamante Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE) permitió la creación de los distritos uninominales (300) y plurinominales (100).
1982.La clase política se enfrenta cuando los políticos tradicionales apoyan a Pedro Ojeda Paullada y Javier García Paniagüa, mientras que José López Portillo “destapa” a Miguel de la Madrid Hurtado (1982–1988).
En lo económico 1982 expresa otra crisis, ahora se maneja como la causa principal la caída internacional de los precios del petróleo y entre las supuestas soluciones se nacionaliza la Banca.
Es en 1982 cuando diversos sectores empresariales del país se movilizan a partir de la nacionalización de banca. En particular las reuniones denominadas “México en la Libertad”, cuyos objetivos eran oponerse a tal nacionalización e incidir en la opinión pública.
Este bloque al que podemos denominar como los empresarios críticos (en donde participaron sobre todo pequeños y medianos empresarios) mantuvieron posturas de rechazo al modelo estatista y de economía mixta, pero también hacia el autoritarismo político; la tendencia empresarial de oposición que estuvo muy activa en los años 70 se reactivó y adquirió un nuevo perfil, el de abrirse hacia el entorno de las empresas.
Desde entonces, un sector del empresariado entendió que la transición politica estaba en puerta y que era necesario actuar a su favor desde su realidad institucional. Pero también, que para hacer posible la modernización económica y política era necesario relacionarse o vertebrarse con organismos cívicos y sociales; de alguna manera, como ha ocurrido en otras transiciones a nivel internacional, algunos sectores empresariales tuvieron que actuar como organos socio-políticos de sustitución. Es decir, tuvieron que asumir funciones que los partidos de oposición o movimientos sociales no realizaban en favor de ciertas demandas sociales.
Sin embargo, la acción circunscrita a las instituciones empresariales tenía sus límites, en particular la acción político-partidista, y fue cuando varios empresarios decidieron postularse a cargos de representación pública; situación emblemática en el caso de Manuel J. Clouthier. Estableciendo la diferencia entre “lo político” (en sentido amplio, propio de la sociedad organizada) y “la política” (en sentido partidista).
En lo que toca al espacio electoral el PAN se fortaleció como opción política, logrando el 17.5% de la votación presidencial.
Durante el gobierno de Miguel de la Madrid se fue dejando el control de la economía en manos de Carlos Salinas de Gortari y de su equipo, a tal grado que, a mediados del sexenio, tomaban prácticamente todas las decisiones en ese rubro. Por eso era previsible que De la Madrid se inclinaría por CSG (1988–1994) para colocarlo como el sucesor. Esa fue la causa de la confrontación entre salinistas y los “duros” del sistema, según la “ley del péndulo” le tocaba el turno a la vieja guardia y en cambio los tecnócratas querían mantenerse en el poder.
En 1987 la crisis cobra forma con la caída de la Bolsa de Valores. Con MMH la inflación alcanzó, en 1987, el 159%.
Las pugnas en la clase política llegan al punto de la escisión, con la salida del PRI de un importante núcleo identificado con el cardenismo y el nacionalismo revolucionario. Entre las figuras representativas estaban Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, que primero formaron la Corriente Crítica y luego el Frente Democrático Nacional.
Etapa contemporánea
El grupo de Carlos Salinas de Gortari (CSG) se preparón con antelación para tomar el poder, inició su despegue al formar la Asociación Política y Profesión Revolucionaria (1971), donde estaban José Francisco Ruiz Massieu, Emilio Lozoya, Manuel Camacho, Hugo Andrés Araujo, Raúl Salinas y René Villarreal. Su padrino fue Mario Moya Palencia.
Al trabajar con Miguel de la Madrid Hurtado (MMH), CSG conoció a Pedro Aspe y a la vez tenía parentesco con Leopoldo Solís Manjarrez (subdirector del Banco de México), quien fue jefe de Ernesto Zedillo. Además, una parte de sus aliados ingresaron como profesores al Colegio de México, tal fue el caso de Manuel Camacho, Luis Donaldo Colosio, Otto Granados, Jaime Serra Puche y Guillermo Ortiz quien conoció en Stanford a José María Córdoba Montoya, éste último fue invitado al Colmex por Francisco Gil Díaz.
En las elecciones presidenciales de 1988, como nunca antes, la oposición se manifestó electoralmente y la ciudadanía encontró en Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel J.Clouthier opciones reales para terminar con el ciclo de dominación priista. El candidato triunfador apenas logra superar el 50% de la votación presidencial.
Carlos Salinas de Gortari, cuestionado en su legitimidad presidencial, llega con la oferta de un Acuerdo Nacional para la Ampliación de la Vida Democrática, sin embargo su estrategia modernizadora le da prioridad a la reforma económica sobre la reforma política. En 1989 nace el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), nuevo intento liberalizador.
La reforma política salinista es limitada, pero tiene que aceptar triunfos panistas a nivel municipal, federal, en las gubernaturas de Baja California y Chihuahua, y el interinato de Guanajuato.
La reforma salinista quedó incompleta, aunque supuestamente la reforma económica preparaba el terreno para una futura democratización, así lo dejaba ver la conformación y renovación de los principales mandos políticos en el PRI, las gubernaturas y el grupo de presidenciables.
No obstante, llegamos a 1994 con la agudización de los enfrentamientos al interior de la clase política: el levantamiento armado en Chiapas, y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu son los indicadores visibles de que el régimen y el sistema ideado en 1929 ya no eran funcionales.
El gobierno responde con nuevas reformas, se aprueba la inclusión de consejeros ciudadanos en el Consejo General del IFE, se acepta un debate televisivo entre los candidatos a la Presidencia de la República y se admite la participación de observadores electorales, entre otras novedades.
Ante la amenaza de un triunfo opositor, se interpreta que la clase política realiza una “tregüa”, misma que posibilita el triunfo del PRI, que logra una mayoría relativa, pero no recupera su hegemonía política.
Después de las elecciones la crisis económica, en diciembre de 1994, confirma el ciclo recurrente de fin de sexenio; cada seis años las contradicciones han venido estallando, pero cada vez con más fuerza. Al finalizar el sexenio salinista parecía que el ciclo del Sistema Político Mexicano había terminado, estabamos como en 1929.
Ante la crisis de 1994, Ernesto Zedillo no dudó en culpar a su antecesor, a tal grado que Carlos Salinas abandonó el país mientras su hermano fue encarcelado como autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. Las tensiones al interior del grupo gobernante no cesaron de manifestarse a lo largo del sexenio y, en consecuencia, el priísmo perdió cohesión, eficacia y legitimidad. Un indicador de estas tensiones es el hecho de que el gabinete presidencial experimentó más de medio centenar de cambios a lo largo del sexenio.
En estas condiciones, el PAN derrotó al partido oficial en Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Aguascalientes y Baja California; mientras que el PRD y sus aliados triunfaron en Zacatecas, Tlaxcala y Baja California, al tiempo que una coalición PAN-PRD obtuvo la victoria en Nayarit, Chiapas y Guerrero. Cuando ocurrieron las elecciones federales de mediados del sexenio -junio de 1997-, una opinión pública cada vez más alejada del gobierno que se vio cobijada por la independencia del Instituto Federal Electoral (IFE) dio el control de la Cámara de Diputados a la oposición. Efectivamente, el PRI apenas logró 38% de los votos, en tanto que los dos grandes partidos de oposición -el PAN y el PRD- obtuvieron resultados muy similares: cerca de 27% de los escaños. Por primera vez desde el siglo XIX, el Poder Legislativo estaba en manos de la oposición.

La insercion al modelo neoliberal a finales de los 80's

Actualmente, no sería del todo correcto hablar de un "modelo Neoliberal" único, aplicado indiscriminadamente en todos y cada uno de los países de Latinoamericanos, por no hablar de los del "Tercer Mundo" en general. En realidad, hay variantes del mismo que pueden determinar su relativo "fracaso" o "éxito" en el proceso de inserción en la economía global arriba mencionado.
Sobra decir que los niveles de desarrollo económico, las características nacionales resultantes del proceso histórico de cada país, las peculiaridades del sistema político imperante, etc., son elementos que pueden jugar un papel determinante en el funcionamiento del Neoliberalismo, o en el de cualquier otra modalidad de funcionamiento de la economía.
Sin embargo, es posible delinear un conjunto de características generales que pueden considerarse como comunes a los ensayos Neoliberales efectuados en las más importantes economías de América Latina, al menos desde mediados de los 80 (aunque, en el caso de Chile, su aplicación data de 1973-74)
hora bien, dado que los rasgos principales de dicho modelo han sido elaborados y analizados críticamente por destacados economistas en importantes obras (11), consideramos redundante reiterar aquí en detalle observaciones similares sobre los mismos. Nos limitaremos a presentarlos a la luz de la reciente experiencia Mexicana, por cuanto la misma nos puede aportar importantes elementos sobre las fallas fundamentales del Neoliberalismo, que parecen ser bastante serias, y sus limitadas posibilidades de éxito -al menos en la mayoría de los países del área.
1) Primero que todo, debe destacarse que el modelo Neoliberal le asigna una prioridad dominante al sector privado, reduciendo a un mínimo la intervención del estado en la economía. Esta tendencia fue en gran parte inaugurada por los gobiernos de Thatcher y Reagan, en la Gran Bretaña y los E.U.A. respectivamente, y desde entonces la tendencia a nivel mundial ha sido la de un desmantelamiento del llamado "estado benefactor" (welfare state), y un claro rechazo, a nivel práctico y teórico, de los aportes de Keynes a la Teoría Económica.
De hecho, para un economista formado durante la década de los 60, la lectura de la actual literatura económica resulta ser una experiencia extraña, ya que ni siquiera las formulaciones de la "economía del bienestar", en boga por ese entonces en los círculos ortodoxos, llegaba a extremos como los actuales en términos de elogiar la asignación de recursos supuestamente óptima que surge del libre funcionamiento de los mercados.
n efecto, en dicho cuerpo teórico se consideraba la posibilidad de "fallas de mercado" que hacían necesaria la intervención del estado, cuando existían externalidades de consumo y producción; cuando dominaban estructuras de mercado oligopolísticas -mercados "imperfectos", que por lo general son la norma-; y cuando se establecían sectores que podían ser considerados como "bienes públicos"( dado que su consumo era colectivo y no se aplicaba allí el principio de exclusión propio del mercado). En la literatura actual, virtualmente la única intervención del estado que se acepta es la del mantenimiento del orden público.
En general, durante las dos últimas administraciones (De la Madrid y Salinas) se ha hecho un esfuerzo consciente en eliminar los controles y regulaciones del estado, suprimiendo los subsidios y los controles de precios. Se favorecen impuestos indirectos de tipo regresivo, como el IVA, desmontando dentro de lo posible la tributación directa, ya que esta se considera como un desincentivo a los ahorros privados. Por lo general, se supone que estos se invierten en su totalidad, de acuerdo con lo postulado teóricamente por la literatura prekeynesiana ortodoxa. Se ha procedido a privatizar y desincorporar a las empresas paraestatales, incluyendo aquellas consideradas como estratégicas para un proyecto nacional independiente (En la actualidad, solo quedan por privatizar PEMEX, la Comisión Federal de Electricidad, y los Ferrocarriles Nacionales). El resultado, sobra decirlo, dista mucho de ser una óptima asignación de recursos escasos para satisfacer fines alternativos, donde todo consumidor maximiza su utilidad, y se asegura la plena utilización de todos los recursos, con estos obteniendo a su vez el valor de su producto marginal.
Los resultados, como lo veremos luego, han sido en la mayoría de los casos, serias distorsiones en el patrón de inversiones, ya que aquellas en los sectores productivos tenderán a descender sustancialmente (ante la falta de una política industrial), y a dirigirse hacia los sectores improductivos-especulativos, que usualmente son los más rentables. La consecuencia es un descenso apreciable en las tasas de crecimiento, una caída notoria en los niveles de empleo, y un empeoramiento de la distribución del ingreso resultante de la desaparición de las redes de protección social y de la tributación productiva.
2) Como corolario de lo anterior, se propone como meta clave de política económica el "saneamiento fiscal", es decir, la reducción (y, si posible, la eliminación) del déficit fiscal a un muy reducido porcentaje del PIB. Por lo general, esto se efectúa recortando los gastos sociales (educación, salud, etc.), vendiendo las empresas paraestatales, y eliminando subsidios de todo tipo. También se recortan las inversiones públicas en infraestructura, fomento agropecuario, desarrollo energético, fomento industrial, etc., desdeñando el impacto negativo que esto pueda producir en la planta productiva; en la capacidad exportadora misma, y en las bases del desarrollo futuro del país. No se tocan para nada los pagos por concepto del servicio de la deuda interna y externa, tomando lugar así una redistribución del ingreso a favor de los tenedores de títulos de deuda pública.
n lo que respecta a las percepciones tributarias, las reformas al sistema impositivo apuntan por lo general hacia impuestos indirectos de carácter regresivo, como el IVA, contribuyéndose así al empeoramiento de la distribución del ingreso. Se procura reducir o eliminar las tasas impositivas directas a los altos ingresos, particularmente las ganancias del capital. Se cree que en esta forma aumenta el ahorro privado interno, regresándose así a posiciones prekeynesianas que se creían ya superadas.
En general, toda esta posición descansa mucho en el llamado "Enfoque Monetario de la Balanza de Pagos"(12), el cual le atribuye los problemas de la Balanza de Pagos -vistos como disminuciones en las Reservas Internacionales- a un incremento excesivo en el crédito doméstico (privado y público). Como quiera que los déficits gubernamentales son financiados con créditos públicos, estos deben reducirse sustancialmente. De lo contrario, el exceso de oferta monetaria provocado por dichos créditos se canalizará hacia la compra de divisas (a fin de adquirir bienes y servicios importados e invertir en activos en el exterior), con la consecuente disminución en las reservas internacionales.
Como se verá luego, subyacente tras las disminuciones en las reservas internacionales, hay algo más que la simple expansión del crédito doméstico resultante de los déficits fiscales. De hecho, durante el período Salinista México tuvo superávits fiscales, y fueron otros factores los que causaron la desastrosa disminución de sus reservas internacionales en Diciembre de 1994. El principal de ellos, como ya es hoy ampliamente reconocido, fueron los cuantiosos saldos negativos de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, que no pudieron seguir siendo financiados con flujos especulativos de capital de corto plazo. Dichos déficits pueden ser causados por razones estructurales que los Neoliberales soslayan en sus modelos.
De hecho, como lo demuestra convincentemente Arturo Huerta en sus obras arriba citadas -véase nota (11)-, las políticas Neoliberales son incapaces de compatibilizar el ajuste fiscal (reducir o eliminar el déficit fiscal) con el ajuste del sector externo (obtener saldos Comercial y de Cuenta Corriente favorables).
Si se tiene como meta favorecer el sector externo mediante un tipo de cambio en deslizamiento y altas tasas de interés (1982-1988), esto incrementa el servicio de la deuda pública externa e interna, contrae la actividad económica y los recaudos tributarios, y resulta en elevados déficits públicos y altos niveles de inflación.
or otra parte, si se prioriza el equilibrio fiscal (1982-1994), se privilegia la lucha antinflacionaria mediante tipos de cambio fijos y sobrevaluados, y bajas tasas de interés, trayendo esto grandes déficits comerciales y de Cuenta Corriente. Cabe anotar que los dos tipos de desequilibrio se retroalimentan mutuamente.
Dado que las experiencias de las dos administraciones anteriores han sido profusamente analizadas e ilustradas estadísticamente en las obras arriba citadas, nos referiremos a la experiencia posterior al estallido de la crisis cambiaria y financiera de Diciembre de 1994. Aunque la información estadística disponible es aún bastante preliminar e incompleta, es posible establecer tentativamente las siguientes tendencias:
) Al igual que la administración De la Madrid (1982-1988), se la dará prioridad a la obtención de un sustancial superávit en las cuentas Comercial y Corriente de la Balanza de Pagos, a fin de cumplir con los compromisos financieros de corto plazo con los inversionistas extranjeros, particularmente con los poseedores de TESOBONOS. En esta oportunidad, sin embargo, las exportaciones parecen haber reaccionado más positivamente que durante el período 1982-1988. Por lo demás, se cuenta ahora con los fondos de "rescate" de la Administración Clinton.

Lado obscuro de Benito Juarez


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El Lado Obscuro de Benito Juárez

Es frecuente, en internet y en charlas presenciales, leer o escuchar que alguien haga mención de los grandes atributos de Benito Juárez, entre ellos su patriotismo a prueba de balas.
Entre los que encabezan el coro de halagos se encuentra el famosísimo y siempre bien chacoteado presidente de plastilina, Andrés Manuel López Obrador, el cual un día sí y otro también hace mención a Juárez, exalta su austeridad y patriotismo, y lo pone de ejemplo, en un afán de equipararse al citado personaje en el imaginario colectivo chairo.
Lo curioso del caso es que quienes aplauden a rabiar las menciones de Lopitos respecto a Benito Juárez, ignoran prácticamente todo acerca de la vida del ex presidente mexicano: Prácticamente sólo conocen la visión idílica de don Benito pastoreando borregos en el monte, tocando su flauta, y después (ya como presidente de México) metiendo en cintura a la iglesia católica… y nada más!
Pues bien, el Sendero del Mesías, en su afán de quitarle los tapaojos a la chairiza y brindarles un poco de más información respecto a la gestión de Juárez, se complace en presentarles el texto del Tratado MacLane-Ocampo, acuerdo político entre México y los Estados Unidos de Norteamérica, negociado y ratificado por Benito Juárez durante su gestión como presidente de México, en el cual se plantean algunas situaciones que no cuadran con el concepto de patriota químicamente puro de Juárez, que un día sí y otro también nos recetan los políticos demagogos. Todos los presidentes tienen claroscuros, imposible que no los tengan, y Juárez no podía ser la excepción.
Cabe señalar que dicho tratado jamás entró en vigor, porque fue rechazado por el gobierno de Estados Unidos, y los historiadores demagogos de México se aventaron la puntada de decir que el citado tratado fue una mera táctica dilatoria de Juárez para ganar tiempo y engañar a los gringos… Ingenuotes!
Acá el texto íntegro del Tratado MacLane-Ocampo, y a continuación unas perlas del mismo:
"Tratado Mac Lane-Ocampo, tal como fue ratificado por el Presidente Benito Juárez".

"Tratado de tránsito y comercio entre los Estados Unidos y México, suscrito por Robert Mac Lane, Ministro de los Estados Unidos en México, y Melchor Ocampo, Ministro de Relaciones Exteriores de México, en Veracruz, el 14 de diciembre de 1859".

Art. 1° ... cede la República Mejicana á los Estados Unidos y sus conciudadanos y bienes, en perpetuidad, el derecho de tránsito por el Istmo de Tehuantepec, de uno a otro mar, por cualquier camino que actualmente exista ó existiese en lo sucesivo sirviéndose de él ambas repúblicas y sus ciudadanos.

lunes, 15 de agosto de 2011

Desarrollo estabilizador (1954-1970)

El desarrollo estabilizador, fue un modelo económico utilizado en México entre los años de 1952-1970, aunque algunos autores de historia económica lo consideran de 1954-1970, las bases de este modelo radican en buscar la estabilidad económica para lograr un desarrollo económico continuo, la estabilidad económica refiere a mantener la economía libre de topes como inflación, déficits en la balanza de pagos, devaluaciones y demás variables que logran estabilidad macroeconómica. El periodo en el que se manejó el modelo en la economía nacional abarca los sexenios de Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. Algunas medidas que México optó durante este periodo, fueron:
  • Devaluación del peso frente al dólar en 1954, con una nueva paridad de 12.50 pesos por dólar.
  • [[Aumento de créditos al sector privado.
  • Se facilita la entrada de inversión extranjera
  • Se impulsa fuertemente la producción de bienes intermedios y se empieza a fomentar la producción de bienes de capital.]] y mas
El modelo es precedido por el modelo de Sustitución de Importaciones, aunque conservando los principales puntos para la realización de este.

 El periodo en el que se manejó el modelo en la economía nacional abarca los sexenios de Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz.

PRINCIPALES MERITOS DE ANTONIO ORTIZ MENA
El principal artífice de ese "milagro mexicano" fue Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda en los sexenios de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz.
Hábil, laborioso, buen político, magnífico administrador y negociador, economista, financiero y abogado muy conocedor de las leyes y del derecho, todo eso fue Antonio Ortiz Mena. Sus principales méritos pueden resumirse como sigue:
1) Eligió y recomendó las políticas adecuadas para cumplir con el mandato que se le asignó al iniciar su encomienda: crecimiento del producto por arriba de la tasa de expansión demográfica e incremento continuo de los salarios reales.
2) Supo persuadir a los presidentes a quienes sirvió -López Mateos y Díaz Ordaz- de que sólo con esas políticas podía lograrse que el auge fuese perdurable.
3) Fue un operador político muy diestro y sagaz, y un instrumentador muy eficaz de las medidas que, muchas veces, él mismo sugirió.

Conclusión
Al finalizar este trabajo concluyo que el Desarrollo Estabilizador es uno de los mejores ejemplos que tenemos los mexicanos de que haciendo las cosas bien y esforzándonos podemos llegar a tener una economía estable y no solo un crecimiento económico sino también un desarrollo económico.

El surgimiento del estado benefactor y su repercucion social

Estado del bienestar o Estado providencia es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el que se designa a una propuesta política o modelo general del Estado y de la organización social, según la cual el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país. Más que un concepto específico, se considera que el término es una categoría práctica para designar ya sea un conjunto de propuestas o una propuesta general acerca de cómo el Estado debe o puede proceder:
En la ciencia política, el término Estado del bienestar tiene en parte usos o significados distintos y se considera que es principalmente una categoría empírica para el análisis comparativo de las actividades de los Estados modernos.
Los estudios acerca del estado del bienestar se pueden dividir entre los dedicados a su origen, características o función general y los que se centran en la implementación específica por los estados de tales esquemas; y en ambos casos tanto de forma aislada como de forma comparativa.

Definiciones de Estado del bienestar
La noción de "estado del bienestar" tiene su origen en el año 1945, como consecuencia de la experiencia traumática de la crisis generalizada producto de la Gran Depresión, que es generalmente considerado culminó en la Segunda Guerra Mundial.
T.H. Marshall define estado del bienestar como una combinación especial de la democracia, el bienestar social y el capitalismo.
De acuerdo a Claus Offe, es uno de los dos factores -junto a la existencia de partidos políticos masivos y en competencia- que hace posible la existencia del Capitalismo democrático o "Estado de Economía mixta".
David Anisi sugirió que es un tipo pacto social en el que se estableció un reparto más equitativo de los beneficios y de la riqueza entre toda la población con objeto de evitar el malestar social que llevó a las sociedades europeas a la segunda guerra mundial. La expresión económica del estado del bienestar fue el pacto keynesiano que durante la postguerra pretendía un desarrollo económico equilibrado socialmente así como el pleno empleo.
Para algunos, es el añadido de un quinto poder del Estado: la capacidad de regular las grandes empresas y el sector financiero; añadido a los tres poderes clásicos de Montesquieu y al cuarto poder, que son los medios de comunicación. En ese sentido, el concepto podría incluir algunos aspectos del sistema del New Deal implementado en Estados Unidos a partir de 1933.

 Historia del Estado del bienestar

Artículo principal: Historia del Estado del bienestar Orígenes y evolución del término
La noción actual de "estado del bienestar" corresponde al término inglés welfare state (del que es traducción literal), cuyo uso quedó acuñado a partir de 1945, en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, a partir de una expresión original de William Temple, entonces Arzobispo de Canterbury, en la que contraponía las políticas keynesianas de posguerra al warfare state ("estado de guerra") de la Alemania Nazi.
Sin embargo con anterioridad ya se venían utilizando otros términos que expresan aproximadamente las mismas aspiraciones. En Inglaterra se hablaba de asistencia social o asistencia pública (social assistance o public assistance) organizada bajo las "leyes de pobres" (poor laws). En Francia, durante el Segundo Imperio (1852-1870), el término "Estado-providencia" (État-providence) fue acuñado por los republicanos que preconizaban un "Estado social" (État social) y criticaban la filosofía individualista de ciertas leyes (como la Ley Le Chapelier, que prohibía los sindicatos). En la Alemania del Segundo Reich (1871) los "socialistas de cátedra" (universitarios) introdujeron el término Wohlfahrtsstaat para describir el sistema diseñado por las políticas bismarckianas en materia social.

 Desarrollo del Estado del bienestar

A pesar que existen algunos antecedentes en sistemas políticos anteriores, se ha alegado que la percepción del mejoramiento del bienestar material general de la población como una de las funciones centrales de la Sociedad o Estado realmente se inició con los orígenes de la Ilustración. En ese período, a pesar que el poder de los monarcas llegó a ser absoluto, aparece el concepto del Déspota ilustrado, cuya función era, especialmente en Alemania, traer progreso y bienestar social y económico a su pueblo[9] -ver Características y evolución del cameralismo-. De acuerdo a Gertrude Himmelfarb - historiadora neoconservadora- esto culminó alrededor de comienzo del siglo XIX: "La tesis es que los 1800 marcó un quiebre intelectual, después del cual la pobreza llegó a ser crecientemente reconocida por los conscientes y autodesignados portadores del "espíritu de la época" como un problema del sistema más que del trabajador... éxitos futuros en resolver la pobreza requerirán reconocer tanto el aspecto material como moral del problema"[10]
A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX en la mayor parte de los países de Europa Occidental, la llamada Cuestión social, expresada en la presión política de movimentos sociales, especialmente los movimientos obreros, impulsó a los gobiernos a adaptar la legislación sobre la condición social de la clase trabajadora y el trabajo, legislación que fue progresivamente modificada. La mayor parte de estas medidas fueron puntuales y de alcance mínimo, con características que dependen tanto de la historia como de las circunstancias político-sociales de cada país. Sin embargo, es posible notar un movimiento hacia servicios incrementalmente más comprensivos.
Esta situación culmina en las crisis económica del Período de entreguerras y concomitantes crisis socio políticas (ver Gran Depresión), dado que las dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de resolver las crisis mas efectivamente que las democracias. Tanto la URSS con el Plan Quinquenal, como la Alemania Nazi de preguerra, la Italia de Mussolini (quien fue elogiado por "hacer que los trenes corrieran a tiempo", es decir, por poner fin a las huelgas y caos económico que había dominado a ese país) y el Japón Imperial, países todos que impusieron fuertes controles estatales a la economía, resolvieron la crisis a mediados de los 30. Esto llevó al auge de proyectos políticos totalitarios, y no solo entre el ciudadano común y corriente. Por ejemplo, el 20 de enero de 1927, durante una visita a Roma, el entonces conservador y autodeclarado "constitucionalista y antisocialista" Winston Churchill declaró que si él hubiera sido italiano se habría unido a Mussolini y continuó " Agregaré una palabra sobre el aspecto internacional del fascismo. Externamente su movimiento ha rendido un servicio al mundo entero.. (..)... Italia ha demostrado que hay maneras de luchar contra las fuerzas subversivas, maneras que pueden llevar las masas populares, propiamente dirigidas, a apreciar y defender el honor y la estabilidad de una sociedad civilizada. Ha previsto el antídoto necesario al veneno ruso. De ahora en adelante, ninguna gran nación estará desprovista de un último medio de protección contra el crecimiento canceroso del bolchevismo". Alrededor de esas fechas, Churchill sugirio ametrallar a huelgistas como manera practica de terminar la huelga. Aun tan tarde como en 1938, en vísperas del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Churchill declaró que si alguna ves Inglaterra llegara a tener los mismos problemas que Alemania de postguerra, él esperaba que llegara a encontrar su "Sr Hitler" amenazando las concepciones del estado liberal y la democracia, lo que a su vez amenazo la estabilidad mundial, culminando en la Segunda Guerra Mundial (1939).
Es en ese sentido que Waligorsky dice que se propuso la intervención estatal "como una resguardo contra el poder del mercado para socavar nuestras instituciones políticas y sociales más valuables...(..).. un mercado totalmente libre es definitivamente no el mejor mercado para una democracia, un mercado sin regulaciones no garantiza ni justicia ni prosperidad..."[12]
Es generalmente considerado que el resumen que Claus Offe hace de ese desarrollo es correcto: “El Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores (…) El reformismo socialdemócrata, el socialismo cristiano, élites políticas y económicas conservadoras ilustradas, y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas más importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas más y más amplios de seguro obligatorio, leyes sobre protección del trabajo, salario mínimo, expansión de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados, así como el reconocimiento de los sindicatos como representantes económicos y políticos legítimos del trabajo…". A fin de evitar errores, es necesario agregar específicamente la influencia de sectores liberales y demócrata-cristianos, con personajes tales como David Lloyd George y Konrad Adenauer respectivamente.
A partir de lo anterior -y comenzando en 1945- se implementaron en Europa Occidental las políticas socio económicas que llegaron a ser conocida como Estado del Bienestar moderno. Esa implementación dio origen a lo que Eric Hobsbawm -entre otros[ ha llamado “La edad de oro del capitalismo” ya que ocasiono el periodo de crecimiento económico sostenido mas exitoso en el siglo XX.
Algunas autoridades argumentan que tales desarrollos se condujo bajo la propuesta general del keynesianismo. Otras aducen que fue bajo las propuestas generales del ordoliberalismo . Sin embargo la mayoría de los estudiantes del área sugieren hay una similaridad básica entre estas visiones y aun otras, tales como las del dirigismo propuesto en Francia en ese periodo etc. (ver también: Economía del bienestar).
Karl Popper describe -en 1956- los logros de esa propuesta en los siguientes términos: “En ningún otro momento, y en ninguna parte, han sido los hombres mas respetados, como hombres, que en nuestra sociedad. Nunca antes los Derechos Humanos y la dignidad humana, han sido tan respetados y nunca antes han habido tantos dispuestos a hacer sacrificios por otros, especialmente por aquellos menos afortunados que ellos.. Esos son los hechos”.... “quiero enfatizar que estoy al tanto de otros hechos. El poder todavía corrompe, incluso en nuestro mundo. Empleados públicos todavía se comportan a veces como amos descorteses. Todavía abundan dictadores de bolsillo... pero todo eso no se debe tanto a falta de buenas intenciones como a la falta de habilidad e incompetencia.
Popper continua: “Pero volvamos nuestra atención a asuntos más, importantes. Nuestro mundo libre ha casi, si no completamente, eliminado los grandes males que han con anterioridad asediado la vida social de los hombres”... “Veamos lo que se ha logrado, no solo aquí en Gran Bretaña a través del Estado del Bienestar sino con algún método u otro en todas partes en el mundo libre”... y da la siguiente lista de lo que el considera -desde el punto de vista liberal - "los males que pueden ser resueltos o remediados por la cooperación social" (op cit):
  • La pobreza
  • Desempleo y formas similares de Inseguridad Social.
  • Enfermedad y dolor.
  • Crueldad penal.
  • Esclavitud y otras formas de servidumbre.
  • Discriminación racial y religiosa.
  • Falta de oportunidades educacionales.
  • Diferencias rígidas de clase.
  • La guerra.
Desde un punto de vista conservador los beneficios del estado del bienestar son dobles: por un lado, la generación de consenso social de forma que el sistema funcione de forma armónica y eficiente. y, por el otro, siguiendo de lo anterior, una función de creación y reforzamiento de valores éticos fundamentales a la existencia y estabilida de relación sociales, llevando asi a una creciente integración social: "la provisión de los beneficios (del estado del bienestar) es sobre la base de ayudar a los menos privilegiados a adquirir la disciplina necesaria para adherir a los estándares morales (sociales o comunes): "la respuesta conservadora es que el debate acerca de si debería haber un estado del bienestar ha terminado. El debate apropiado a estos días debería ser acerca de las modalidades a través de los cuales las "ayudas recibidas por derecho" (entitlements) son entregadas. Las modalidades importan, porque algunas promueve y otras no los atributos y actitudes -mirar al futuro, independencia, responsabilidad por la vida saludable- indispensables para una vida digna en una sociedad económicamente vibrante que un estado del bienestar devorador de ingresos en una época de población que se envejece necesita"[24] -Conviene recordar que la visión conservadora del estado es que ese existe para satisfacer las necesidades humanas (desde el punto de vista liberal es promover la libertad ciudadana) y como tal los conservadores aceptan el Estado del bienestar.
Las ventajas desde el punto de vista de la socialdemocracia son, generalmente, los de un avance reformista -paulatino pero seguro- hacia al socialismo, asegurando al mismo tiempo la protección y profundización de la democracia a través del reconocimiento del derecho legitimo de los sindicatos y representantes de comunidades y minorías sociales marginadas en la toma de decisiones gubernamentales, asi como la creciente integracion a esas decisiones de los principios de la justicia social; dignidad humana y participación ciudadana.
Para comenzar, por lo menos en parte debido a esas diferencias de aproximacion y como la cita de Popper sugiere- los proyectos en diferentes países se veían como disimilares, posiblemente opuestos.[26] Sin embargo, con el paso del tiempo se nota que las políticas practicadas en los países europeos occidentales convergen[27] [28] en relación a dar un rol económico activo al Estado con el fin de obtener ciertos objetivos sociales comunes (tales como el bienestar social y Crecimiento económico) y se hace evidente que el progreso y estabilidad de cada país europeo depende de la de sus vecinos. Así, se crea un consenso que abarca desde los sectores mas izquierdistas de los partidos social demócratas hasta los más derechistas o conservadores en los demócrata cristianos. Ese consenso es lo que llego a ser conocido como el modelo europeo de gobernanza, basado no solo en la idea que la sociedad -a través del estado- tiene una responsabilidad por sus ciudadanos sino también que el bien estar de cada uno, tanto para individuos como para países, depende del bien estar del vecino y que ese bien común, a pesar de visiones e intereses diferentes, puede lograrse a través de la práctica de la política de los consensos  Se empieza a hablar entonces de "la construcciones de comunidades",[29] - ver Tratados de Roma y Comunidades Europeas - El resultado de todo lo anterior es lo que se conoce como el modelo del Estado de Bienestar.
Posteriormente, y a partir de una critica temprana al estado del bienestar desde el punto de vista de la escuela austriaca algunos políticos -por ejemplo, Margaret Thatcher en el Reino Unido buscaron implementar lo que fue generalmente percibido como una tentativa de "desmantelar el estado del bienestar".[32]
Más allá de una discusión acerca de las posibles intenciones de Thatcher y otros, el hecho es que esos personajes introdujeron modificaciones profundas al estado del bienestar -por lo menos tal y como se practicaba en Inglaterra- motivados principalmente -se ha sugerido- tanto por una malainterpretacion de la posición de Hayek como lo que algunos consideran una falta de comprensión de las consecuencias socio económicas de tales tentativas y la dificultades envueltas en las mismas.
Consecuentemente los resultados del proyecto de la Sra. Tatcher no fueron, quizás, los esperados por los partidarios de la ‘’ liberación de fuerzas económicas”. En los años que siguieron la implementación de tales medidas, la inflación en Inglaterra alcanzo un 20%. Tanto las tasas de interés como las de desempleo subieron excesivamente y la base industrial británica fue decimada.
Mientras tanto, en EEUU, Ronald Reagan -recientemente elegido con una promesa de “reducir impuestos, aumentar el presupuesto de defensa y equilibrar y reducir el gasto fiscal”. implemento políticas similares que, en su conjunto, llegaron a ser conocidas como neoliberalismo. Durante esa presidencia comenzó el aumento desmesurado de la deuda tanto deuda pública como privada en USA. Contrario a lo esperado por sus partidarios, el déficit fiscal estadounidense creció de 900 mil millones de dólares a sobre 3 billones, la tasa de inversiones industriales declino precipitadamente -siendo reemplazada por grandes inversiones en instrumentos financieros en lo que ha sido llamado una orgía especulativa- el desempleo llego al 10% de la fuerza de trabajo y la seguridad de trabajo y los ingresos reales del resto decayeron. EL continuado desarrollo de esas tendencias llevo eventualmente a la crisis de las hipotecas basura, que forzó al presidente George W. Bush (hijo del anterior) a la mayor intervención estatal en la historia de EEUU: la inyección de 700 mil millones de dólares para sostener los bancos amenazados por la quiebra en ese país, duplicando en el proceso la “deuda pública”. Esa deuda llego -en septiembre del 2007- a 8,9 billones españoles (8,9 trillones en el sistema inglés) y, en Noviembre del 2008, cuando Barack Obama asumió la presidencia, a 10,56 billones de dólares.
A nivel mundial, la imposición de tales políticas llevo a la decadencia del crecimiento económico mundial, de una tasa promedio de casi 3% anual en el periodo 1950-1973 a uno de menos de 1,5% en el 1973-2000. Al mismo tiempo, el ingreso per capita del cuartil de mayores ingresos ha sido mucho mas rápido que el de menores ingresos, lo que ha aumentado dramáticamente la desigualdad social. Situación que ha continuado en la primera década del siglo XXI. En octubre de 2010 el Fondo Monetario internacional publicó una tabla que muestra que el crecimiento económico mundial ha declinado (con la excepción de Asia incluyendo China) incluso en relación a 1980.
A pesar de lo anterior, los mecanismos, logros y objetivos del estado del bienestar aún se mantienen, en Europa, no solo como fundamento moral de cohesión social sino sino también como base realista y necesaria del bienestar socio económico común. Por ejemplo, el Libro Verde sobre "Los Servicios de Interés General" presentado por la Comisión Europea en mayo del 2002 define la noción del interés general europeo como "la satisfacción de las necesidades básicas de los ciudadanos y la preservación de bienes públicos, cuando el mercado falla"
Aún más recientemente, como consecuencia de la Crisis económica de 2008-2009, la demócrata cristiana Angela Merkel -haciéndose eco del sentimiento keynesiano- proclamo “Solo el Estado es capaz de restaurar la confianza necesaria", y tanto el socialista no marxista -con influencia cristiana y fabiana- Gordon Brown como el conservador Nicolas Sarkozy han opinado que "el laissez-faire tuvo su hora" e incluso The Economist, ese bastión del pensamiento liberal clásico moderno, ha dicho "Para los liberales... la crisis ha puesto en relevancia defectos en la manera que ellos también implementan sus modelos. Lograr regulaciones adecuadas es tan importante como liberar los mercados; puede que un sector publico eficiente cuente tanto como un sector privado eficiente, inversiones publicas en transporte, educación y salud, bien hechas, pueden pagar dividendos.... pragmatismo y eficiencia siempre son de importancia" .

 Interpretaciones y criterios de comparación de Estados del bienestar

Se entiende por Estado del bienestar, como concepto general, uno en el cual corresponde al Estado o a la Sociedad asumir la responsabilidad del Bienestar social y económico de sus miembros. Esta responsabilidad es entendida generalmente como comprensiva y universal, porque "bienestar" es un concepto amplio que se aplica a todos. Adicionalmente, para algunos, tal bienestar es un derecho. Asi por ejemplo, tanto el conservador Edmund Burke como el liberal radical Thomas Paine asertan “el derecho” de los hombres a “una porción de todo lo que la sociedad produce”. Derecho que se ve como ya sea humano (Burke ve su propuesta como representando “los verdaderos derechos humanos” -“Si la sociedad civil se ha creado para el avance del hombre, todas los avances que ha efectuado llegan a ser su derecho. (El Estado) Es una institución de beneficencia y la ley misma solo es beneficiosa si actúa de acuerdo a una regla. (op. cit) - o natural - Paine en "Los derechos del hombre" argumenta que el derecho a beneficiarse del esfuerzo común es realmente un derecho natural de los seres humanos, dado que estos solo pueden vivir en sociedad, lo que se concreta en los llamados derechos sociales.
Para otros, tal derecho no existe como tal, sino que más bien hay un deber ya sea del estado, la sociedad o sus miembros -la llamada responsabilidad social -que puede o no concebirse como emanada o fundada ya sea en el concepto de bien común. o en la responsabilidad moral o en el concepto legal de obligación conjunta derivada de un hipotético Contrato Social. que, a su vez, puede o no ser explícito en una Constitución.
Sin embargo, para otros, el asunto no trata de principios, sino de objetivos: el propósito del estado no puede ser otro que promover el Interés público o "social” o "común" de manera práctica. Así, se sugiere, si fuera el caso que los gastos que el sistema implica son de beneficio a la sociedad en su conjunto, tales gastos serían ampliamente justificados. Desde este punto de vista, los gastos de “bienestar” pueden ser considerados no solo gastos de "buen funcionamiento" de la sociedad, sino también como inversión social, pudiendo ser vistos no solo como aumentando la cohesión social sino también la productividad común. Adicionalmente se alega que tales gastos pueden implicar un ahorro o disminución de costos, ya sea para obtener bienes y servicios de interés general que los gastos sociales son más efectivos y cuestan menos que otras medidas de reducción de problemas sociales, por ejemplo, criminalidad, etc. A extremis, esta visión puede ser concebida como utilitaria, con una concepción de la sociedad como grupo de interés: sería, se puede alegar, más efectivo y eficiente gastar en asuntos sociales que eliminar o controlar los problemas que de otra manera se multiplicarían. Sin embargo, y a pesar que tal percepción facilita y ordena el discurso político-social en relación a gastos sociales, en la medida que centra la atención en ventajas comunes promoviendo al mismo tiempo el desarrollo de técnicas y conceptos de utilidad social se ha alegado, en contra, que esta aproximación empobrece la visión tanto académica como social.
Lo anterior da origen a tres interpretaciones principales sobre la idea de Estado de bienestar:
  • Estado del bienestar como concepto general, de acuerdo al cual los miembros de una sociedad tienen la expectativa legítima de que la sociedad, el gobierno o el estado los apoye, ya sea en general o en momentos de necesidad, o la expectativa real de que ellos se beneficiaran de los esfuerzos comunes y del progreso social. En esta visión general, tal expectativa es considerada bien un derecho de los ciudadanos o bien una obligación u objetivo social.
  • Estado del bienestar como el sistema en el cual el Estado como tal asume la responsabilidad por el bienestar de los ciudadanos. Ciertos ejemplos de este modelo de estado del bienestar se basan en una “red o sistema de seguridad", con provisiones claramente delimitadas.
  • Estados del bienestar puede identificarse con sistemas generales de bienestar social. En muchos "estados del bienestar", el bienestar no se proporciona actual o exclusivamente por el Estado, sino por una combinación de servicios independientes, voluntarios, mutualistas y gubernamentales. En algunos casos de este tipo, el estado o gobierno actúa como coordinador de las provisiones y al mismo tiempo como proveedor de último recurso. En otros, el estado puede delegar la provisión de servicios a caridades, organizaciones sociales o privadas (apoyándolas financieramente); en este último caso, algunos autores utilizan el término “sociedad del bienestar’.

 Criterios de comparación

Deborah Mitchell identifica cinco aproximaciones principales a esos estudios comparativos:
  • Comparaciones de políticas: comparar los términos explícitos sobre los cuales se propone y toma acción. Briggs se centra en el origen y evolución histórica del concepto del bienestar tanto en Europa como en los EE. UU. y Flora y Heindenheimer, a partir de tales desarrollos, proponen que a menudo tal desarrollo, a pesar de las diferencias ideológicas, etc., tiene lugar a lo largo de líneas similares
  • Comparaciones de ingresos: tales ingresos son los recursos económicos dedicados a los sistemas de beneficencia. Maynard sugiere dos sistemas básicos: pago a través de impuestos (pago obligatorio) y pago a través de sistemas de seguros (pago voluntario). Wilensky muestra que el nivel tales gastos depende principalmente de la estructura social (incluyendo edad) de la población y de la duración de implementación del sistema como tal.
  • Comparaciones de productos: diferentes estados implementan reglas y mecanismos diferentes. Esping Andersen utiliza tales diferencias para establecer un sistema de clasificación relacionado con la entrega de servicios específicos y asunciones generales.
  • Comparaciones de servicios. A través de la consideración de la entrega de servicios y beneficios: qué hacen, cómo se financian, quién los controla,
  • Comparaciones de resultados: se ha alegado -desde este punto de vista- que lo que importa acerca de estos sistemas no es lo que se intenta o cuál es el proceso, sino si la población se beneficia o no en consecuencia. Esta es la base del trabajo efectuado por el Luxembourg Income Study cuando analizó y comparó los servicios de asistencia social en diferentes países.