lunes, 15 de agosto de 2011

El surgimiento del estado benefactor y su repercucion social

Estado del bienestar o Estado providencia es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el que se designa a una propuesta política o modelo general del Estado y de la organización social, según la cual el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país. Más que un concepto específico, se considera que el término es una categoría práctica para designar ya sea un conjunto de propuestas o una propuesta general acerca de cómo el Estado debe o puede proceder:
En la ciencia política, el término Estado del bienestar tiene en parte usos o significados distintos y se considera que es principalmente una categoría empírica para el análisis comparativo de las actividades de los Estados modernos.
Los estudios acerca del estado del bienestar se pueden dividir entre los dedicados a su origen, características o función general y los que se centran en la implementación específica por los estados de tales esquemas; y en ambos casos tanto de forma aislada como de forma comparativa.

Definiciones de Estado del bienestar
La noción de "estado del bienestar" tiene su origen en el año 1945, como consecuencia de la experiencia traumática de la crisis generalizada producto de la Gran Depresión, que es generalmente considerado culminó en la Segunda Guerra Mundial.
T.H. Marshall define estado del bienestar como una combinación especial de la democracia, el bienestar social y el capitalismo.
De acuerdo a Claus Offe, es uno de los dos factores -junto a la existencia de partidos políticos masivos y en competencia- que hace posible la existencia del Capitalismo democrático o "Estado de Economía mixta".
David Anisi sugirió que es un tipo pacto social en el que se estableció un reparto más equitativo de los beneficios y de la riqueza entre toda la población con objeto de evitar el malestar social que llevó a las sociedades europeas a la segunda guerra mundial. La expresión económica del estado del bienestar fue el pacto keynesiano que durante la postguerra pretendía un desarrollo económico equilibrado socialmente así como el pleno empleo.
Para algunos, es el añadido de un quinto poder del Estado: la capacidad de regular las grandes empresas y el sector financiero; añadido a los tres poderes clásicos de Montesquieu y al cuarto poder, que son los medios de comunicación. En ese sentido, el concepto podría incluir algunos aspectos del sistema del New Deal implementado en Estados Unidos a partir de 1933.

 Historia del Estado del bienestar

Artículo principal: Historia del Estado del bienestar Orígenes y evolución del término
La noción actual de "estado del bienestar" corresponde al término inglés welfare state (del que es traducción literal), cuyo uso quedó acuñado a partir de 1945, en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, a partir de una expresión original de William Temple, entonces Arzobispo de Canterbury, en la que contraponía las políticas keynesianas de posguerra al warfare state ("estado de guerra") de la Alemania Nazi.
Sin embargo con anterioridad ya se venían utilizando otros términos que expresan aproximadamente las mismas aspiraciones. En Inglaterra se hablaba de asistencia social o asistencia pública (social assistance o public assistance) organizada bajo las "leyes de pobres" (poor laws). En Francia, durante el Segundo Imperio (1852-1870), el término "Estado-providencia" (État-providence) fue acuñado por los republicanos que preconizaban un "Estado social" (État social) y criticaban la filosofía individualista de ciertas leyes (como la Ley Le Chapelier, que prohibía los sindicatos). En la Alemania del Segundo Reich (1871) los "socialistas de cátedra" (universitarios) introdujeron el término Wohlfahrtsstaat para describir el sistema diseñado por las políticas bismarckianas en materia social.

 Desarrollo del Estado del bienestar

A pesar que existen algunos antecedentes en sistemas políticos anteriores, se ha alegado que la percepción del mejoramiento del bienestar material general de la población como una de las funciones centrales de la Sociedad o Estado realmente se inició con los orígenes de la Ilustración. En ese período, a pesar que el poder de los monarcas llegó a ser absoluto, aparece el concepto del Déspota ilustrado, cuya función era, especialmente en Alemania, traer progreso y bienestar social y económico a su pueblo[9] -ver Características y evolución del cameralismo-. De acuerdo a Gertrude Himmelfarb - historiadora neoconservadora- esto culminó alrededor de comienzo del siglo XIX: "La tesis es que los 1800 marcó un quiebre intelectual, después del cual la pobreza llegó a ser crecientemente reconocida por los conscientes y autodesignados portadores del "espíritu de la época" como un problema del sistema más que del trabajador... éxitos futuros en resolver la pobreza requerirán reconocer tanto el aspecto material como moral del problema"[10]
A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX en la mayor parte de los países de Europa Occidental, la llamada Cuestión social, expresada en la presión política de movimentos sociales, especialmente los movimientos obreros, impulsó a los gobiernos a adaptar la legislación sobre la condición social de la clase trabajadora y el trabajo, legislación que fue progresivamente modificada. La mayor parte de estas medidas fueron puntuales y de alcance mínimo, con características que dependen tanto de la historia como de las circunstancias político-sociales de cada país. Sin embargo, es posible notar un movimiento hacia servicios incrementalmente más comprensivos.
Esta situación culmina en las crisis económica del Período de entreguerras y concomitantes crisis socio políticas (ver Gran Depresión), dado que las dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de resolver las crisis mas efectivamente que las democracias. Tanto la URSS con el Plan Quinquenal, como la Alemania Nazi de preguerra, la Italia de Mussolini (quien fue elogiado por "hacer que los trenes corrieran a tiempo", es decir, por poner fin a las huelgas y caos económico que había dominado a ese país) y el Japón Imperial, países todos que impusieron fuertes controles estatales a la economía, resolvieron la crisis a mediados de los 30. Esto llevó al auge de proyectos políticos totalitarios, y no solo entre el ciudadano común y corriente. Por ejemplo, el 20 de enero de 1927, durante una visita a Roma, el entonces conservador y autodeclarado "constitucionalista y antisocialista" Winston Churchill declaró que si él hubiera sido italiano se habría unido a Mussolini y continuó " Agregaré una palabra sobre el aspecto internacional del fascismo. Externamente su movimiento ha rendido un servicio al mundo entero.. (..)... Italia ha demostrado que hay maneras de luchar contra las fuerzas subversivas, maneras que pueden llevar las masas populares, propiamente dirigidas, a apreciar y defender el honor y la estabilidad de una sociedad civilizada. Ha previsto el antídoto necesario al veneno ruso. De ahora en adelante, ninguna gran nación estará desprovista de un último medio de protección contra el crecimiento canceroso del bolchevismo". Alrededor de esas fechas, Churchill sugirio ametrallar a huelgistas como manera practica de terminar la huelga. Aun tan tarde como en 1938, en vísperas del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Churchill declaró que si alguna ves Inglaterra llegara a tener los mismos problemas que Alemania de postguerra, él esperaba que llegara a encontrar su "Sr Hitler" amenazando las concepciones del estado liberal y la democracia, lo que a su vez amenazo la estabilidad mundial, culminando en la Segunda Guerra Mundial (1939).
Es en ese sentido que Waligorsky dice que se propuso la intervención estatal "como una resguardo contra el poder del mercado para socavar nuestras instituciones políticas y sociales más valuables...(..).. un mercado totalmente libre es definitivamente no el mejor mercado para una democracia, un mercado sin regulaciones no garantiza ni justicia ni prosperidad..."[12]
Es generalmente considerado que el resumen que Claus Offe hace de ese desarrollo es correcto: “El Estado de Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores (…) El reformismo socialdemócrata, el socialismo cristiano, élites políticas y económicas conservadoras ilustradas, y grandes sindicatos industriales fueron las fuerzas más importantes que abogaron en su favor y otorgaron esquemas más y más amplios de seguro obligatorio, leyes sobre protección del trabajo, salario mínimo, expansión de servicios sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente subvencionados, así como el reconocimiento de los sindicatos como representantes económicos y políticos legítimos del trabajo…". A fin de evitar errores, es necesario agregar específicamente la influencia de sectores liberales y demócrata-cristianos, con personajes tales como David Lloyd George y Konrad Adenauer respectivamente.
A partir de lo anterior -y comenzando en 1945- se implementaron en Europa Occidental las políticas socio económicas que llegaron a ser conocida como Estado del Bienestar moderno. Esa implementación dio origen a lo que Eric Hobsbawm -entre otros[ ha llamado “La edad de oro del capitalismo” ya que ocasiono el periodo de crecimiento económico sostenido mas exitoso en el siglo XX.
Algunas autoridades argumentan que tales desarrollos se condujo bajo la propuesta general del keynesianismo. Otras aducen que fue bajo las propuestas generales del ordoliberalismo . Sin embargo la mayoría de los estudiantes del área sugieren hay una similaridad básica entre estas visiones y aun otras, tales como las del dirigismo propuesto en Francia en ese periodo etc. (ver también: Economía del bienestar).
Karl Popper describe -en 1956- los logros de esa propuesta en los siguientes términos: “En ningún otro momento, y en ninguna parte, han sido los hombres mas respetados, como hombres, que en nuestra sociedad. Nunca antes los Derechos Humanos y la dignidad humana, han sido tan respetados y nunca antes han habido tantos dispuestos a hacer sacrificios por otros, especialmente por aquellos menos afortunados que ellos.. Esos son los hechos”.... “quiero enfatizar que estoy al tanto de otros hechos. El poder todavía corrompe, incluso en nuestro mundo. Empleados públicos todavía se comportan a veces como amos descorteses. Todavía abundan dictadores de bolsillo... pero todo eso no se debe tanto a falta de buenas intenciones como a la falta de habilidad e incompetencia.
Popper continua: “Pero volvamos nuestra atención a asuntos más, importantes. Nuestro mundo libre ha casi, si no completamente, eliminado los grandes males que han con anterioridad asediado la vida social de los hombres”... “Veamos lo que se ha logrado, no solo aquí en Gran Bretaña a través del Estado del Bienestar sino con algún método u otro en todas partes en el mundo libre”... y da la siguiente lista de lo que el considera -desde el punto de vista liberal - "los males que pueden ser resueltos o remediados por la cooperación social" (op cit):
  • La pobreza
  • Desempleo y formas similares de Inseguridad Social.
  • Enfermedad y dolor.
  • Crueldad penal.
  • Esclavitud y otras formas de servidumbre.
  • Discriminación racial y religiosa.
  • Falta de oportunidades educacionales.
  • Diferencias rígidas de clase.
  • La guerra.
Desde un punto de vista conservador los beneficios del estado del bienestar son dobles: por un lado, la generación de consenso social de forma que el sistema funcione de forma armónica y eficiente. y, por el otro, siguiendo de lo anterior, una función de creación y reforzamiento de valores éticos fundamentales a la existencia y estabilida de relación sociales, llevando asi a una creciente integración social: "la provisión de los beneficios (del estado del bienestar) es sobre la base de ayudar a los menos privilegiados a adquirir la disciplina necesaria para adherir a los estándares morales (sociales o comunes): "la respuesta conservadora es que el debate acerca de si debería haber un estado del bienestar ha terminado. El debate apropiado a estos días debería ser acerca de las modalidades a través de los cuales las "ayudas recibidas por derecho" (entitlements) son entregadas. Las modalidades importan, porque algunas promueve y otras no los atributos y actitudes -mirar al futuro, independencia, responsabilidad por la vida saludable- indispensables para una vida digna en una sociedad económicamente vibrante que un estado del bienestar devorador de ingresos en una época de población que se envejece necesita"[24] -Conviene recordar que la visión conservadora del estado es que ese existe para satisfacer las necesidades humanas (desde el punto de vista liberal es promover la libertad ciudadana) y como tal los conservadores aceptan el Estado del bienestar.
Las ventajas desde el punto de vista de la socialdemocracia son, generalmente, los de un avance reformista -paulatino pero seguro- hacia al socialismo, asegurando al mismo tiempo la protección y profundización de la democracia a través del reconocimiento del derecho legitimo de los sindicatos y representantes de comunidades y minorías sociales marginadas en la toma de decisiones gubernamentales, asi como la creciente integracion a esas decisiones de los principios de la justicia social; dignidad humana y participación ciudadana.
Para comenzar, por lo menos en parte debido a esas diferencias de aproximacion y como la cita de Popper sugiere- los proyectos en diferentes países se veían como disimilares, posiblemente opuestos.[26] Sin embargo, con el paso del tiempo se nota que las políticas practicadas en los países europeos occidentales convergen[27] [28] en relación a dar un rol económico activo al Estado con el fin de obtener ciertos objetivos sociales comunes (tales como el bienestar social y Crecimiento económico) y se hace evidente que el progreso y estabilidad de cada país europeo depende de la de sus vecinos. Así, se crea un consenso que abarca desde los sectores mas izquierdistas de los partidos social demócratas hasta los más derechistas o conservadores en los demócrata cristianos. Ese consenso es lo que llego a ser conocido como el modelo europeo de gobernanza, basado no solo en la idea que la sociedad -a través del estado- tiene una responsabilidad por sus ciudadanos sino también que el bien estar de cada uno, tanto para individuos como para países, depende del bien estar del vecino y que ese bien común, a pesar de visiones e intereses diferentes, puede lograrse a través de la práctica de la política de los consensos  Se empieza a hablar entonces de "la construcciones de comunidades",[29] - ver Tratados de Roma y Comunidades Europeas - El resultado de todo lo anterior es lo que se conoce como el modelo del Estado de Bienestar.
Posteriormente, y a partir de una critica temprana al estado del bienestar desde el punto de vista de la escuela austriaca algunos políticos -por ejemplo, Margaret Thatcher en el Reino Unido buscaron implementar lo que fue generalmente percibido como una tentativa de "desmantelar el estado del bienestar".[32]
Más allá de una discusión acerca de las posibles intenciones de Thatcher y otros, el hecho es que esos personajes introdujeron modificaciones profundas al estado del bienestar -por lo menos tal y como se practicaba en Inglaterra- motivados principalmente -se ha sugerido- tanto por una malainterpretacion de la posición de Hayek como lo que algunos consideran una falta de comprensión de las consecuencias socio económicas de tales tentativas y la dificultades envueltas en las mismas.
Consecuentemente los resultados del proyecto de la Sra. Tatcher no fueron, quizás, los esperados por los partidarios de la ‘’ liberación de fuerzas económicas”. En los años que siguieron la implementación de tales medidas, la inflación en Inglaterra alcanzo un 20%. Tanto las tasas de interés como las de desempleo subieron excesivamente y la base industrial británica fue decimada.
Mientras tanto, en EEUU, Ronald Reagan -recientemente elegido con una promesa de “reducir impuestos, aumentar el presupuesto de defensa y equilibrar y reducir el gasto fiscal”. implemento políticas similares que, en su conjunto, llegaron a ser conocidas como neoliberalismo. Durante esa presidencia comenzó el aumento desmesurado de la deuda tanto deuda pública como privada en USA. Contrario a lo esperado por sus partidarios, el déficit fiscal estadounidense creció de 900 mil millones de dólares a sobre 3 billones, la tasa de inversiones industriales declino precipitadamente -siendo reemplazada por grandes inversiones en instrumentos financieros en lo que ha sido llamado una orgía especulativa- el desempleo llego al 10% de la fuerza de trabajo y la seguridad de trabajo y los ingresos reales del resto decayeron. EL continuado desarrollo de esas tendencias llevo eventualmente a la crisis de las hipotecas basura, que forzó al presidente George W. Bush (hijo del anterior) a la mayor intervención estatal en la historia de EEUU: la inyección de 700 mil millones de dólares para sostener los bancos amenazados por la quiebra en ese país, duplicando en el proceso la “deuda pública”. Esa deuda llego -en septiembre del 2007- a 8,9 billones españoles (8,9 trillones en el sistema inglés) y, en Noviembre del 2008, cuando Barack Obama asumió la presidencia, a 10,56 billones de dólares.
A nivel mundial, la imposición de tales políticas llevo a la decadencia del crecimiento económico mundial, de una tasa promedio de casi 3% anual en el periodo 1950-1973 a uno de menos de 1,5% en el 1973-2000. Al mismo tiempo, el ingreso per capita del cuartil de mayores ingresos ha sido mucho mas rápido que el de menores ingresos, lo que ha aumentado dramáticamente la desigualdad social. Situación que ha continuado en la primera década del siglo XXI. En octubre de 2010 el Fondo Monetario internacional publicó una tabla que muestra que el crecimiento económico mundial ha declinado (con la excepción de Asia incluyendo China) incluso en relación a 1980.
A pesar de lo anterior, los mecanismos, logros y objetivos del estado del bienestar aún se mantienen, en Europa, no solo como fundamento moral de cohesión social sino sino también como base realista y necesaria del bienestar socio económico común. Por ejemplo, el Libro Verde sobre "Los Servicios de Interés General" presentado por la Comisión Europea en mayo del 2002 define la noción del interés general europeo como "la satisfacción de las necesidades básicas de los ciudadanos y la preservación de bienes públicos, cuando el mercado falla"
Aún más recientemente, como consecuencia de la Crisis económica de 2008-2009, la demócrata cristiana Angela Merkel -haciéndose eco del sentimiento keynesiano- proclamo “Solo el Estado es capaz de restaurar la confianza necesaria", y tanto el socialista no marxista -con influencia cristiana y fabiana- Gordon Brown como el conservador Nicolas Sarkozy han opinado que "el laissez-faire tuvo su hora" e incluso The Economist, ese bastión del pensamiento liberal clásico moderno, ha dicho "Para los liberales... la crisis ha puesto en relevancia defectos en la manera que ellos también implementan sus modelos. Lograr regulaciones adecuadas es tan importante como liberar los mercados; puede que un sector publico eficiente cuente tanto como un sector privado eficiente, inversiones publicas en transporte, educación y salud, bien hechas, pueden pagar dividendos.... pragmatismo y eficiencia siempre son de importancia" .

 Interpretaciones y criterios de comparación de Estados del bienestar

Se entiende por Estado del bienestar, como concepto general, uno en el cual corresponde al Estado o a la Sociedad asumir la responsabilidad del Bienestar social y económico de sus miembros. Esta responsabilidad es entendida generalmente como comprensiva y universal, porque "bienestar" es un concepto amplio que se aplica a todos. Adicionalmente, para algunos, tal bienestar es un derecho. Asi por ejemplo, tanto el conservador Edmund Burke como el liberal radical Thomas Paine asertan “el derecho” de los hombres a “una porción de todo lo que la sociedad produce”. Derecho que se ve como ya sea humano (Burke ve su propuesta como representando “los verdaderos derechos humanos” -“Si la sociedad civil se ha creado para el avance del hombre, todas los avances que ha efectuado llegan a ser su derecho. (El Estado) Es una institución de beneficencia y la ley misma solo es beneficiosa si actúa de acuerdo a una regla. (op. cit) - o natural - Paine en "Los derechos del hombre" argumenta que el derecho a beneficiarse del esfuerzo común es realmente un derecho natural de los seres humanos, dado que estos solo pueden vivir en sociedad, lo que se concreta en los llamados derechos sociales.
Para otros, tal derecho no existe como tal, sino que más bien hay un deber ya sea del estado, la sociedad o sus miembros -la llamada responsabilidad social -que puede o no concebirse como emanada o fundada ya sea en el concepto de bien común. o en la responsabilidad moral o en el concepto legal de obligación conjunta derivada de un hipotético Contrato Social. que, a su vez, puede o no ser explícito en una Constitución.
Sin embargo, para otros, el asunto no trata de principios, sino de objetivos: el propósito del estado no puede ser otro que promover el Interés público o "social” o "común" de manera práctica. Así, se sugiere, si fuera el caso que los gastos que el sistema implica son de beneficio a la sociedad en su conjunto, tales gastos serían ampliamente justificados. Desde este punto de vista, los gastos de “bienestar” pueden ser considerados no solo gastos de "buen funcionamiento" de la sociedad, sino también como inversión social, pudiendo ser vistos no solo como aumentando la cohesión social sino también la productividad común. Adicionalmente se alega que tales gastos pueden implicar un ahorro o disminución de costos, ya sea para obtener bienes y servicios de interés general que los gastos sociales son más efectivos y cuestan menos que otras medidas de reducción de problemas sociales, por ejemplo, criminalidad, etc. A extremis, esta visión puede ser concebida como utilitaria, con una concepción de la sociedad como grupo de interés: sería, se puede alegar, más efectivo y eficiente gastar en asuntos sociales que eliminar o controlar los problemas que de otra manera se multiplicarían. Sin embargo, y a pesar que tal percepción facilita y ordena el discurso político-social en relación a gastos sociales, en la medida que centra la atención en ventajas comunes promoviendo al mismo tiempo el desarrollo de técnicas y conceptos de utilidad social se ha alegado, en contra, que esta aproximación empobrece la visión tanto académica como social.
Lo anterior da origen a tres interpretaciones principales sobre la idea de Estado de bienestar:
  • Estado del bienestar como concepto general, de acuerdo al cual los miembros de una sociedad tienen la expectativa legítima de que la sociedad, el gobierno o el estado los apoye, ya sea en general o en momentos de necesidad, o la expectativa real de que ellos se beneficiaran de los esfuerzos comunes y del progreso social. En esta visión general, tal expectativa es considerada bien un derecho de los ciudadanos o bien una obligación u objetivo social.
  • Estado del bienestar como el sistema en el cual el Estado como tal asume la responsabilidad por el bienestar de los ciudadanos. Ciertos ejemplos de este modelo de estado del bienestar se basan en una “red o sistema de seguridad", con provisiones claramente delimitadas.
  • Estados del bienestar puede identificarse con sistemas generales de bienestar social. En muchos "estados del bienestar", el bienestar no se proporciona actual o exclusivamente por el Estado, sino por una combinación de servicios independientes, voluntarios, mutualistas y gubernamentales. En algunos casos de este tipo, el estado o gobierno actúa como coordinador de las provisiones y al mismo tiempo como proveedor de último recurso. En otros, el estado puede delegar la provisión de servicios a caridades, organizaciones sociales o privadas (apoyándolas financieramente); en este último caso, algunos autores utilizan el término “sociedad del bienestar’.

 Criterios de comparación

Deborah Mitchell identifica cinco aproximaciones principales a esos estudios comparativos:
  • Comparaciones de políticas: comparar los términos explícitos sobre los cuales se propone y toma acción. Briggs se centra en el origen y evolución histórica del concepto del bienestar tanto en Europa como en los EE. UU. y Flora y Heindenheimer, a partir de tales desarrollos, proponen que a menudo tal desarrollo, a pesar de las diferencias ideológicas, etc., tiene lugar a lo largo de líneas similares
  • Comparaciones de ingresos: tales ingresos son los recursos económicos dedicados a los sistemas de beneficencia. Maynard sugiere dos sistemas básicos: pago a través de impuestos (pago obligatorio) y pago a través de sistemas de seguros (pago voluntario). Wilensky muestra que el nivel tales gastos depende principalmente de la estructura social (incluyendo edad) de la población y de la duración de implementación del sistema como tal.
  • Comparaciones de productos: diferentes estados implementan reglas y mecanismos diferentes. Esping Andersen utiliza tales diferencias para establecer un sistema de clasificación relacionado con la entrega de servicios específicos y asunciones generales.
  • Comparaciones de servicios. A través de la consideración de la entrega de servicios y beneficios: qué hacen, cómo se financian, quién los controla,
  • Comparaciones de resultados: se ha alegado -desde este punto de vista- que lo que importa acerca de estos sistemas no es lo que se intenta o cuál es el proceso, sino si la población se beneficia o no en consecuencia. Esta es la base del trabajo efectuado por el Luxembourg Income Study cuando analizó y comparó los servicios de asistencia social en diferentes países.

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